La salud y Tú
Una dimensión adicional
Introducción
Es un hecho que hoy en día existe un interés generalizado por la salud, entendida típicamente como llevar una vida “sana”, tomando en cuenta ciertos hábitos como buena alimentación, practicar ejercicio, buen descanso y prevenir enfermedades. El interés existe en los individuos como en la sociedad en su conjunto.
De forma general, es cierto para el estilo de vida occidental y por ello de esta forma, proliferan programas, libros y publicaciones en ese sentido. Además, la mayoría de nosotros comprendemos que sin salud difícilmente podríamos realizarnos o ser plenos.
Muy bien, pero ¿qué es la salud? ¿es suficiente tomar en cuenta esos hábitos saludables? Es por ello que comparto la información siguiente para comprenderla un poco más, ampliando nuestra perspectiva sobre la salud.
Desarrollo
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social. No es solamente la ausencia de enfermedad o dolencia. Considera efectivamente varios hábitos: una cantidad mínima de 30 minutos diarios de actividad física moderada para para prevenir enfermedades, combinados con buena alimentación, descanso adecuado, higiene y evitar el consumo de sustancias perjudiciales.
En esta definición quiero resaltar un elemento frecuentemente pasado por alto: el estado de bienestar mental, o salud mental, sobre lo que deseo enfocar esta exposición.
Salud Mental.
Si bien la OMS no brinda una definición oficial de salud mental, debido a las diferencias culturales, evaluaciones subjetivas, y las distintas teorías profesionales que compiten, sí existe un consenso sobre que la salud mental se refiere al bienestar emocional y psicológico del individuo, que le permite utilizar sus capacidades cognitivas y emocionales para funcionar en sociedad y desenvolverse en la vida diaria.
Por otra parte, la mayor parte de expertos convienen en que la salud mental y las enfermedades mentales no son excluyentes. Es decir, la ausencia de un desorden mental, no es necesariamente indicador de salud mental. Y, al revés, sufrir un determinado trastorno mental no constituye siempre y necesariamente un impedimento para disfrutar de una salud mental razonablemente buena.
Calidad de Vida
Entonces, el término “salud mental” alcanza dimensiones más complejas que el funcionamiento meramente orgánico del individuo pues incluyen el bienestar subjetivo, la autonomía y potencial emocional, entre otros.
Sin embargo, en términos prácticos, se refiere el estado de equilibrio entre una persona y su entorno socio-cultural, que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida.
El estado de salud mental de un individuo se observa en su comportamiento en la vida diaria, en aspectos como el manejo de sus conflictos, temores y capacidades, sus competencias y responsabilidades, la atención de sus propias necesidades, la forma en que afronta sus propias tensiones, sus relaciones interpersonales y la manera en que dirige una vida independiente; para alcanzar calidad de vida, por lo que el concepto es necesariamente subjetivo y culturalmente determinado.
Importancia de la salud mental
La salud mental se relaciona entonces con la capacidad del individuo frente a diferentes situaciones de la vida cotidiana, ayudando en determinar cómo maneja el estrés, convive con otras personas y toma decisiones importantes, y es importante en todas las etapas de la vida.
Actualmente se reconoce que la carencia de salud mental contribuye a muchas enfermedades somáticas y afectivas como la depresión o la ansiedad.
Por lo mismo, el tema de la salud mental corresponde principalmente al terreno de la prevención, con la promoción de un ambiente sociocultural, determinado por aspectos como la autoestima, las relaciones interpersonales y otros elementos que deben venir desde la educación más temprana y continuar en la juventud y etapa adulta.
Opción personal
La salud mental no sólo concierne a los expertos, sino que forma parte de las responsabilidades de gobierno de una nación, de la sociedad y la familia, pero preponderantemente del individuo.
Como meta formativa, el individuo puede y debe desarrollar habilidades para transcurrir por su vida resolviendo lo que esta le presenta, reponiéndose a lo que se consideran situaciones adversas o retos, para lograr sobreponerse a la frustración, la angustia, las pérdidas, el estrés, la ansiedad, la depresión, etc.; y en general al sufrimiento que estas producen.
Alternativa saludable
Una alternativa que aporta beneficios a la salud mental, con cada vez mayor número de practicantes, es la meditación. Actualmente, se considera compatible con el método científico, ya que los efectos de la práctica de la meditación en nuestro organismo están científicamente probados por diversos estudios.
Lejos de aquellos aspectos religiosos, de gurús o prácticas sectarias, meditar no es otra cosa que un ejercicio intelectual. Si nos atenemos al significado etimológico de la palabra, meditación se refiere a una práctica de naturaleza intelectual a través del cual se potencia la atención y la consciencia en el momento presente, aunque existen muchas formas de meditación, por ejemplo, Vipasana, Zen, Budista, Taoísta, Chamánica, Activa, entre muchas otras.
La meditación estimula la auto curación, proporciona mayor consciencia y creatividad, estimula y refuerza las zonas del cerebro asignadas a la felicidad y la alegría, aumenta el cociente intelectual, estimula el sistema inmunológico, desarrolla la inteligencia emocional y la empatía, mejora la memoria, alivia el estrés, la ansiedad y la depresión, reduce la presión sanguínea, proporciona un estado mental y físico de serenidad, paz interior, concentración y creatividad, agudiza la atención y la memoria; entre otras ventajas, todas ellas reconocidas mejoras a la calidad de vida, contribuyendo todo ello a la salud mental y física del individuo.
Conclusión
Las evidencias actuales de la investigación muestran que emergen nuevas o renovadas maneras de comprensión de la salud humana, junto a la salud física, abiertas ahora a dimensiones como la afectividad y la esfera emocional, formando parte de la salud mental.
En este nuevo paradigma, cientos de estudios científicos también sugieren que con la meditación no sólo se disminuyen los niveles de estrés, ansiedad y depresión, sino que también tiene múltiples beneficios tangibles para la salud, por lo que resulta una importante herramienta que puede incorporarse como hábito tan práctico como resulta la higiene, la alimentación, el descanso y el ejercicio, en la salud integral del ser humano.
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Elegí este tema porque me apasiona y de acuerdo con las estadísticas de salud tiene un gran impacto en la sociedad.
Mis fuentes principales fueron Wikipedia, investigaciones de la Secretaría de Salud, informes de la OMS sobre los sistemas para salud mental en México, así como las páginas de los representantes de la meditación trascendental y de mindfulness, entre otros.
Espero que haya sido de tu interés.
Un abrazo.